Negarse a adoptar la tecnología podría relegarlo en el mercado y entre los clientes. Algunas recomendaciones para ayudarle a que tome la decisión de usar herramientas tecnológicas en su empresa, con base en sus necesidades.
Pensando en los costos, muchos empresarios de la pequeña y mediana empresa (pyme) creen que la tecnología está reservada sólo para las grandes compañías. Otros consideran que la inversión en esta área no es indispensable para la productividad y el crecimiento de sus negocios, pero hoy en día todas las empresas tienen el desafío de buscar en la tecnología la ventaja competitiva o el aspecto diferenciador que las ayudará a destacarse frente a su competencia.
Parte de los retos que tienen las pymes están relacionados con la productividad y la imagen: aumentar sus ingresos (crecer), reducir costos (rentabilidad), posicionar su marca (permanecer), mejorar el servicio al cliente (retener) y potenciar el talento humano (competitividad).
Para asumirlos con éxito, es indispensable que se apoyen en la tecnología existente, que puede capitalizar la experiencia y el desarrollo empresarial, de tal forma que logren minimizar el tiempo de aplicación de los objetivos planteados, con base en sus necesidades. Es precisamente de acciones como estas que surge la expresión ‘Best Practices’ o buenas prácticas de negocios (para no ‘re-inventar la rueda’ y copiar modelos exitosos de otras empresas en el mundo).
Antes de implementar un sistema de información empresarial, es importante que las pymes sigan estas recomendaciones:
- Armar una lista de requerimientos de los temas particulares o especiales de su empresa, que le sirva para determinar el alcance que la tecnología debe cubrir y así optimizar sus procesos.
- Conformar un equipo interdisciplinario con los empleados claves de cada área, y definir el rol de cada uno de ellos en el proceso de adopción de tecnología.
- Definir objetivos viables, medibles y dentro del presupuesto de su empresa.
- Buscar un aliado comercial y/o socio estratégico que lo acompañe y ayude en el proceso.
Para finalizar, es fundamental que estas actividades se encuentren enmarcadas en un plan de tecnología, el cual se convertirá en el insumo perfecto para que la gerencia general de la empresa programe la inversión en tecnología y pueda justificarla desde un punto de vista financiero.
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